6/10/08

El Rey de los Gatos


La esposa del excavador de tumbas estaba sentada junto a la chimenea. Estaba surciendo un calcentín. Su flojo gato negro dormía en el piso al lado de ella. La mujer esperaba que su esposo regresara de trabajar.

La esposa del excavador de tumbas y su gato esperaron y esperaron. Pero el su esposo no regresaba a casa. Por fín, el hombre llegó apurado entró azotando la puerta. Su corazón latía fuertemente y le faltaba el aire.

“tengo algo que contarte” el dijo.

Se quitó la bufanda y miró a su esposa. Sus ojos estaban muy abiertos y él estaba muy pálido. Su esposa lo miró.

“Te ves raro” ella dijo “¿Pasó algo?”

“Si” dijo el excavador de tumbas “algo pasó”

El flojo gato se levantó y se le quedó viendo al hombre.
La mujer se acercó a su esposo.

“Asi que dime” Ella dijo “¿Que te pasó hoy que te puso tan pálido y con tanto miedo?”
El excavador respiró hondo

“Bueno” dijo el. “Yo esta cavando la tumba del Sr, Ford. Y me quedé dormido. Me desperté al oír un gato decir ¡“MIAU”!

¡“MIAU”! Digo el gato flojo y negro de la señora.

Los ojos del excavador se abrieron aún más. Señaló al gato.

“¡Si justo como eso!” digo el excavador. “Yo estaba muy hondo en la tumba. Miré hacia arriba y ¿Adivina que vi?”

Su esposa frunció el seño.“¿Como voy a saber eso? Ella preguntó.

“Bueno” dijo el “Vi nueve gatos negros. Nueve gatos negros, justo como tu flojo gato negro. ¿Y que crees que hacían?

Su esposa y el flojo gato negro se miraron. Luego miraron al excavador. Ella se encogió de hombros.

“Llevaban cargando un ataúd,”dijo el excavador.

La mujer se asombró.

“¿Un ataúd?” Preguntó ella.

“Un ataúd” dijo él. “Eran cuatro gatos de cada lado. Un gato frente a él. Y el ataúd estaba cubierto con una manta negra.

“Los gatos se acercaron” contó el excavador. “Ellos dijeron “¡MIAU!””

“¡MIAU!” dijo el flojo gato de su esposa.

"Si justo como eso” dijo el señor. “ Mentras los gatos se acercaban más y más, los pude ver mas claro. Sus ojos brillaban como pequeñas luces. Y se seguían acercando. Me miraron, justo como tu gato me mira ahora. ¡¿Por qué me mira como si supiera cada palabra que digo?!”

"Olvida a mi gato” dijo la esposa. “continúa. ¿Qué pasó después?”

“Los gatos se acercaron a mi” dijo él. “Muy lentamente. Y cada tres pasos que daban gritaban juntos “¡MIAU!”.

“¡MIAU!” dijo el gato de la señora.

“Si” dijo el hombre, “justo asi”. Cuando llegaron a la tumba del Sr. Ford se quedaron muy quietos. Me miraron fíjamente”.

Ahora el flojo gato negro de su esposa lo miraba fijamente.

“Mira a tu gato,” dijo el excavador. “Me está mirando”.

“No importa mi gato” contestó ella. “¿Qué pasó después?”

“ El que estaba adelante del ataúd se acercó aún mas,” dijo el.

El flojo gato negro de su esposa se acercó al excavador. El gato lo miró fijamente.
El hombre retrocedió y le dió un escalofrío.

"Ignora a mi gato," dijo ella.

Los ojos del flojo gato negro brillaban como pequeñas luces.

"Vamos," dijo ella. "¿Que hizo el gato después?"

"El gato se acercó mas y mas," dijo el excavador. "Finalmente estuvimos nariz con nariz."

"Oh, mi Dios," dijo su esposa. "¿Luego que pasó?"

"¡El gato me habló!" dijo el hombre. "Me dijo, ‘Dile al Viejo Tom que el Viejo Tim ha muerto.’”

El flojo gato negro brincó.

La esposa del excavador de tumbas dió un grito.

"¡Mira!, Mira a mi flojo gato negro," ella dijo "¿Qué le está pasando?"

El flojo gato negro se estiró y estiró. Creció hasta alcanzar tres veces su tamaño normal.

Al final el gato habló. "¿Qué?" dijo. "¿El Viejo Tim ha muerto? Bueno, yo soy el Viejo Tom. ¡Ahora soy el Rey de los Gatos!".

Y con eso el viejo Tom escaló rápidamente la chimenea.

El excavador de tumbas y su esposa nunca vieron al flojo gato negro de nuevo.